Algo que muchas personas notan es que en Navidad hay una corriente de buenos sentimientos y de mejora en las relaciones de las personas que nos gustan a todos. Es lo que llamamos el espíritu navideño. Pero ... ¿por qué se da este fenómeno? ¿qué tienen las navidades que a todos nos gustan?
Y sobre todo... ¿Por qué sólo en Navidad? ¿Cómo podemos aprovechar el espíritu Navideño para ser mejores todo el año?
En este artículo vamos primero a analizar que es lo que hace especial a la Fiesta de la Navidad, en qué consiste el espíritu navideño y después veremos lo que es más importante: como prolongar esos buenos sentimientos al resto del año.
¿Cual es la magia de la Navidad? ¿En qué consiste el espíritu navideño? Hay tres tipos de razones que hacen que las navidades sean unas fiestas tan especiales: las razones espirituales, las sociales y las materiales.
El origen religioso de la fiesta de la Navidad (fuera de otros condicionantes paganos, como la celebración del Solsticio de Invierno, que no han trascendido en la civilización occidental de hondas raíces cristianas) es la celebración del nacimiento del Hijo de Dios, Dios mismo en su persona humana, lo que hace que desde un punto de vista religioso y espiritual todos nos sentamos bien.
Dios se hace hombre y viene a quedarse entre nosotros. Esto provoca una sensación de cambio en el mundo. Dios personifica la Bondad, y la Bondad va a quedarse entre nosotros. tenemos que estar a la altura. Y ese pensamiento es el que nos hace ser más buenos.
Donamos, más, regalamos más, hay miles de campañas de Navidad para la recogida de alimentos y juguetes, la solidaridad se multiplica, nos preocupamos de hacerle bien a los que tenemos al lado, las obras de Caridad crecen, las televisiones organizan maratones solidarios... Es como una especie de carrera por ver quién es más bueno, para estar a la altura de la Bondad personificada qe viene a visitarnos. La Bondad que viene y nos rodea nos hace mejores.
Esto ha hecho que la Navidad tenga un matiz místico, bondadoso, que aún en personas o sociedades no creyentes, se muestra en su esplendor. Leyendas, cuentos, magia, todo cabe en la fiesta de la Navidad. Eso es lo que conocemos como espíritu navideño.
Esto nos lleva a otro motivo fundamental de la espiritualidad de esta fiesta: la Navidad es la fiesta de los niños. Esto también se deriva de la tradición cristiana. Dios se hace hombre en forma de Niño. Es el Niño Jesús quien nace en la Nochebuena. Y son los niños los únicos que son como Él, con el corazón puro y la mirada candorosa.
Las Navidades son las fiestas de la Inocencia. No hay sitio para suspicacia ni para la maldad; todos miramos las fiestas con ojos de niño, por y para los niños. Y eso hace que seamos tan bondadosos, tan honestos y sinceros, y que empaticemos con los demás. Ahí el espíritu navideño.
En Navidad observamos a los hombres a través de nuestros ojos de niño.
En realidad las razones sociales y materiales de la Navidad están relacionadas por una idea común: la idea de compartir. Al tratarse de la celebración de la Bondad personificada, compartir es un elemento básico de la Navidad. Compartimos regalos, compartimos comidas y cenas, pasamos tiempo con las personas que queremos, nuestras familias, nuestros amigos, los compañeros de trabajo con los que por primera vez en el año pasamos tiempo fuera del trabajo, en las comidas y cenas de empresa. Nos deseamos felicidad unos a otros, tenemos buenos deseos para el año que entra.
En definitiva: en la Navidad todo gira en torno a la Bondad, y eso hace que todo sean buenos sentimientos y deseos de compartir. Esa es la magia del Espíritu Navideño.
Una vez que ya sabemos por qué nos gusta la Navidad y por qué todos somos buenos en Navidad, que es por la Bondad y el deseo de compartir que se deriva de esta, ahora vamos a ver como llevarnos está bondad y estos deseos de compartir al resto del Año. ¿podemos prolongar el espiritu navideño durante el resto del tiempo? ¿Podemos convertir el Espiritu Navideño en parte de nuestra vida?
Porque la clave de la Navidad es válida para el resto del Año. Si tenemos Bondad... ¿por qué no mantenerla en los meses siguientes? ¿Por qué no seguir compartiendo con los demás de la misma manera en la que lo hacemos en la Navidad?
Tenemos que analizar nuestra vida desde la perspectiva de la Bondad. Cuando terminen las fiestas, y volvamos a nuestro trabajo y a nuestra rutina, no debemos dejar que esta nos gane la partida y nos haga olvidar los buenos sentimientos que hemos albergado.
Muy al contrario, tenemos que esforzarnos en que la Bondad se mantenga en nuestro día a día. Esa es la clave prara prorrogar el espíritu navideño.
Siéntate y analiza: ¿con cuántas personas te relacionas en tu vida cotidiana? ¿Eres lo suficientemente bueno con ellas? ¿podrías compartir más de lo que compartes?
Piensa qué cosas puedes hacer para que las personas a tu alrededor, en tu día a día del año, sean más felices. ¿Puedes hacer que la vida de todos sea mejor? ¿puedes compartir con ellos?
Si tienes una respuesta afirmativa, enhorabuena, habrás logrado prolongar el espíritu de la Navidad hacia todo el año. Habrás logrado vivir en una Navidad permanente, rodeado de Bondad y de deseos de compartir.
Y como corolario, habrás obtenido un beneficio más: siempre que somos bondadosos y compartimos, a la larga eso acaba revirtiendo en nosotros. Esa bondad nos la devuelve la vida, como el Karma, los demás compartirán más con nosotros y seremos más felices.
Y sobre todo... ¿Por qué sólo en Navidad? ¿Cómo podemos aprovechar el espíritu Navideño para ser mejores todo el año?
En este artículo vamos primero a analizar que es lo que hace especial a la Fiesta de la Navidad, en qué consiste el espíritu navideño y después veremos lo que es más importante: como prolongar esos buenos sentimientos al resto del año.
Por qué las Navidades son unas fiestas tan especiales
¿Cual es la magia de la Navidad? ¿En qué consiste el espíritu navideño? Hay tres tipos de razones que hacen que las navidades sean unas fiestas tan especiales: las razones espirituales, las sociales y las materiales.
Razones Espirituales:
El origen religioso de la fiesta de la Navidad (fuera de otros condicionantes paganos, como la celebración del Solsticio de Invierno, que no han trascendido en la civilización occidental de hondas raíces cristianas) es la celebración del nacimiento del Hijo de Dios, Dios mismo en su persona humana, lo que hace que desde un punto de vista religioso y espiritual todos nos sentamos bien.
Dios se hace hombre y viene a quedarse entre nosotros. Esto provoca una sensación de cambio en el mundo. Dios personifica la Bondad, y la Bondad va a quedarse entre nosotros. tenemos que estar a la altura. Y ese pensamiento es el que nos hace ser más buenos.
Donamos, más, regalamos más, hay miles de campañas de Navidad para la recogida de alimentos y juguetes, la solidaridad se multiplica, nos preocupamos de hacerle bien a los que tenemos al lado, las obras de Caridad crecen, las televisiones organizan maratones solidarios... Es como una especie de carrera por ver quién es más bueno, para estar a la altura de la Bondad personificada qe viene a visitarnos. La Bondad que viene y nos rodea nos hace mejores.
Esto ha hecho que la Navidad tenga un matiz místico, bondadoso, que aún en personas o sociedades no creyentes, se muestra en su esplendor. Leyendas, cuentos, magia, todo cabe en la fiesta de la Navidad. Eso es lo que conocemos como espíritu navideño.
Esto nos lleva a otro motivo fundamental de la espiritualidad de esta fiesta: la Navidad es la fiesta de los niños. Esto también se deriva de la tradición cristiana. Dios se hace hombre en forma de Niño. Es el Niño Jesús quien nace en la Nochebuena. Y son los niños los únicos que son como Él, con el corazón puro y la mirada candorosa.
Las Navidades son las fiestas de la Inocencia. No hay sitio para suspicacia ni para la maldad; todos miramos las fiestas con ojos de niño, por y para los niños. Y eso hace que seamos tan bondadosos, tan honestos y sinceros, y que empaticemos con los demás. Ahí el espíritu navideño.
En Navidad observamos a los hombres a través de nuestros ojos de niño.
Razones Materiales y Sociales
En realidad las razones sociales y materiales de la Navidad están relacionadas por una idea común: la idea de compartir. Al tratarse de la celebración de la Bondad personificada, compartir es un elemento básico de la Navidad. Compartimos regalos, compartimos comidas y cenas, pasamos tiempo con las personas que queremos, nuestras familias, nuestros amigos, los compañeros de trabajo con los que por primera vez en el año pasamos tiempo fuera del trabajo, en las comidas y cenas de empresa. Nos deseamos felicidad unos a otros, tenemos buenos deseos para el año que entra.
En definitiva: en la Navidad todo gira en torno a la Bondad, y eso hace que todo sean buenos sentimientos y deseos de compartir. Esa es la magia del Espíritu Navideño.
Como ser mejores como en navidad todo el año
Porque la clave de la Navidad es válida para el resto del Año. Si tenemos Bondad... ¿por qué no mantenerla en los meses siguientes? ¿Por qué no seguir compartiendo con los demás de la misma manera en la que lo hacemos en la Navidad?
Tenemos que analizar nuestra vida desde la perspectiva de la Bondad. Cuando terminen las fiestas, y volvamos a nuestro trabajo y a nuestra rutina, no debemos dejar que esta nos gane la partida y nos haga olvidar los buenos sentimientos que hemos albergado.
Muy al contrario, tenemos que esforzarnos en que la Bondad se mantenga en nuestro día a día. Esa es la clave prara prorrogar el espíritu navideño.
Siéntate y analiza: ¿con cuántas personas te relacionas en tu vida cotidiana? ¿Eres lo suficientemente bueno con ellas? ¿podrías compartir más de lo que compartes?
Piensa qué cosas puedes hacer para que las personas a tu alrededor, en tu día a día del año, sean más felices. ¿Puedes hacer que la vida de todos sea mejor? ¿puedes compartir con ellos?
Si tienes una respuesta afirmativa, enhorabuena, habrás logrado prolongar el espíritu de la Navidad hacia todo el año. Habrás logrado vivir en una Navidad permanente, rodeado de Bondad y de deseos de compartir.
Y como corolario, habrás obtenido un beneficio más: siempre que somos bondadosos y compartimos, a la larga eso acaba revirtiendo en nosotros. Esa bondad nos la devuelve la vida, como el Karma, los demás compartirán más con nosotros y seremos más felices.
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