A veces nos gustaría que el tiempo viajara hacia atrás, para hacer todas las cosas que no hemos podido hacer antes. En algunas ocasiones nos arrepentimos por haber hecho algunas cosas; en otras ocasiones por no haber las hecho. A veces no nos ha dado tiempo a hacer todo lo que queríamos, a veces no hemos elegido bien lo que luego hubiéramos preferido.
La realidad es que el tiempo es finito. El día tiene 24 horas, de las que invertimos 8 en dormir, 8 en trabajar, y apenas nos quedan 8 horas para todo los demás. ¿Cómo gestionamos ese tiempo? Esta es una de las decisiones más importantes que uno toma en su vida, administrar el tiempo del que dispone. ¿Esto como se hace? Vamos a ver algunas ideas que nos pueden ayudar a aprovechar mejor el tiempo:
La realidad es que el tiempo es finito. El día tiene 24 horas, de las que invertimos 8 en dormir, 8 en trabajar, y apenas nos quedan 8 horas para todo los demás. ¿Cómo gestionamos ese tiempo? Esta es una de las decisiones más importantes que uno toma en su vida, administrar el tiempo del que dispone. ¿Esto como se hace? Vamos a ver algunas ideas que nos pueden ayudar a aprovechar mejor el tiempo:
- Lo primero y más importante es averiguar que cosas son las más importantes en nuestra vida, tenemos que aprender a PRIORIZAR. Como ya vimos en dicho artículo, es fundamental seleccionar las pricipales actividades que queremos realizar, y afrontarlas prioritariamente. Lo primero, lo más importante. Lo demás puede esperar. Hay que centrarse en los que más nos preocupa
- Lo segundo es concentrarnos intensamente en dicha actividad. Cuando estamos haciendo algo es muy fácil distraernos con cualquier otra cosa. La televisión, la radio, el teléfono. Internet. O simplemente nuestra imaginación. Cualquier pensamiento puede hacer volar nuestra imaginación, y dejar de hacer lo que nos está ocupando. Hay que evitar las distracciones, cuanto más concentrado estemos en nuestra ocupación, más fácilmente lo haremos, con mejor resultado, y más pronto acabaremos con lo que tendremos más tiempo para dedicarnos a otra actividad.
- Como ya dijimos en otro artículo, haz siempre solo una cosa a la vez. A veces cometemos el error de intentar estar en dos sitios a la vez, revisando un informe mientras descargamos el correo, haciendo la comida mientras limpiamos el salón, haciendo los deberes mientras vemos la tele.En la mayoría de los casos se nos quedan las cosas a medias (ni terminamos los deberes ni nos enteramos de la tele...) Concéntrate en una sola cosa, hazla bien, y cuando termines pasa a la siguiente. Así aprovecharás mejor tu tiempo
- Renuncia a actividades secundarias. Muchas veces nos gustaría llevarlo todo para adelante. Eso es muy difícil. Trabajar, viajar, hacer deporte, pertenecer a un grupo musical, ir al gimnasio o a la piscina, aprender baile, tener familia, leer, coleccionar algo... hay muchas cosas que nos gustarían hacer, pero no todas son posibles. En el punto 1 hemos aprendido a priorizar. Tenemos que ser capaces de renunciar a aquellas cosas que se quedaron al final de la lista de priorizaciones.
- Practica mucho. Las cosas tardan en hacerse cuando no tenemos práctica, pero conforme las vamos repitiendo se nos hacen más y más fáciles. Repite las actividades una y otra vez, hazte un experto en gestionar tu tiempo.
- Optimiza. Cada vez que estés haciendo algo, piensa cómo podrías hacerlo mejor. Medita tus actividades, analízalas, piensa como podrías hacerlas más rápido. Quizás te des cuenta de que puedes tender la ropa más rápido si llevas las pinzas colgadas en un riel, o que puedes escribir correos electrónicos antes si tienes ya modelos predefinidos. Cada actividad tiene puntos de mejora, encuentrálos y ganale tiempo al tiempo.
- Mide tus resultados. Analízate, cronométrate. Trata cada día de ganarle tiempo al tiempo. No dejes que ninguna actividad se demore más de lo que debería. Intenta cada día hacerlo un poco mejor que el día anterior. Esto te permitirá aprovechar mejor tu tiempo.
- Limita el tiempo para cada cosa. Hay veces que nos dejamos ir, bien porque estemos a gusto, porque nos distraigamos, o porque dependemos de otros que hace que nos demoremos. No permitas que una actividad invada el tiempo de las demás. Una ducha no debe durar más de 5 minutos, por muy bien que se esté en la bañera. Una reunión no debe durar más de hora u hora y media. Un partido de cualquier deporte no debe alargarse más de su tiempo. Así con todo, ponle una duración a las cosas y no permitas que ese tiempo se alargue.
muy buenos consejos gracias
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