El deporte siempre ha sido una de las fuentes principales para el crecimiento personal. Valores como el esfuerzo, la superación, la mejora continua y la determinación están presentes en el desarrollo de la práctica deportiva.
Sin embargo, también podemos aprender en sentido contrario: extraer enseñanzas a partir de los grandes atletas y de sus logros que nos ayuden en nuestro camino en el crecimiento personal. Analizando las aptitudes y sobre todo las actitudes de los grandes jugadores podremos aprender que valores y que actitudes les han llevado hasta el éxito.
Como ejemplo tomaremos un caso práctico: la Final del Torneo de Baloncesto de los Juegos Olímpicos de 2012, disputada entre los equipos representantes de España y los Estados Unidos de América. Vamos a analizar lo que ocurrió en dicha final y que conclusiones podemos extraer desde el punto de vista del desarrollo personal y la autoestima:
A esta final llegaban ambos equipos en una clara desigualdad. El equipo de USA se plantaba como gran favorito, con una selección plagada de las grandes estrellas de la NBA (tanto a quien le guste este deporte como al que no habrá oido los nombres de estas grandes estrellas: Kobe Bryant, LeBron James, Chris Paul, Carmelo Anthony, etc...). Por otra parte el equipo de España, aún siendo uno de los equipos más importantes del baloncesto internacional, y aún teniendo jugadores que militan también en equipos de la NBA (los hermanos Pau y Marc Gasol, Rudy Fernández, Calderón, etc...), no contaba en ninguna de las apuestas. Se consideraba prácticamente imposible que USA perdiera este partido.
El desarrollo del torneo iba en la misma dirección. El equipo norteamericano había arrollado en todos sus enfrentamientos, logrando anotaciones superiores a los 150 puntos en alguno de ellos (algo extraordinario) mientras que el equipo europeo había perdido ya dos encuentros y no trasmitía buenas sensaciones, a pesar de lo cual consiguió llegar a la final. Sin embargo, contra todo pronóstico, el partido discurrió dentro de la más estricta igualdad, con jugadas colosales por parte de ambos encuentros llegandose a las tres cuartas partes del mismo con un resultado igualadísimo (83-82 al final del tercer cuarto)
¿Qué había ocurrido? Ahí fue clave la actitud mental del equipo español. A pesar de lo que decía la prensa, los apostantes, los expertos, todos los cuales no le daban ninguna posibilidad, los jugadores tenían el convencimiento absoluto de que podían vencer ese encuentro. Eso era para ellos una verdad objetiva. "PODEMOS". Estaban convencidos. Jugaron con esta idea en la cabeza, desplegando su mejor baloncesto sobre la cancha, en la seguridad de que podían sobreponerse al equipo estadounidense. Sin miedos ni complejos, plantearon el juego que ellos saben hacer, jugando su mejor encuentro del campeonato y de los últimos años, potenciando sus virtudes y atacando los puntos débiles de la selección de USA.
¿Fue esto determinante para el resultado del encuentro? A pesar de todo ello, el resultado final fue de 107-100 a favor de los Estados Unidos de América, quienes se embolsaron brillamente el oro olímpico. ¿Cómo ocurrió esto? Analicemos también la actitud de los jugadores norteamericanos: elos tenían también su pleno convencimiento, su verdad absoluta: "Somos los mejores". Nada de lo que hicieron los españoles, nada del buen juego, de la actitud, del huracán que los europeos desplegaron por toda la pista, les hizo dudar a los estadounidenses ni por un solo minuto. Su fortaleza mental fue comparable a la de los expañoles. Siguieron haciendo su juego, si inmutarse ante la presión rival, y finalmente obtuvieron su fruto: la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Sin duda este partido fue uno de los más brillantes exponentes del deporte mundial, donde a la técnica y el virtuosismo deportivo se unió la ambición, las ganas, la autoconfianza, la determinación imparable de todos los contendientes, teniendo como resultado una final épica. Las principales conclusiones que podemos extraer son:
Como ejemplo tomaremos un caso práctico: la Final del Torneo de Baloncesto de los Juegos Olímpicos de 2012, disputada entre los equipos representantes de España y los Estados Unidos de América. Vamos a analizar lo que ocurrió en dicha final y que conclusiones podemos extraer desde el punto de vista del desarrollo personal y la autoestima:
A esta final llegaban ambos equipos en una clara desigualdad. El equipo de USA se plantaba como gran favorito, con una selección plagada de las grandes estrellas de la NBA (tanto a quien le guste este deporte como al que no habrá oido los nombres de estas grandes estrellas: Kobe Bryant, LeBron James, Chris Paul, Carmelo Anthony, etc...). Por otra parte el equipo de España, aún siendo uno de los equipos más importantes del baloncesto internacional, y aún teniendo jugadores que militan también en equipos de la NBA (los hermanos Pau y Marc Gasol, Rudy Fernández, Calderón, etc...), no contaba en ninguna de las apuestas. Se consideraba prácticamente imposible que USA perdiera este partido.
El desarrollo del torneo iba en la misma dirección. El equipo norteamericano había arrollado en todos sus enfrentamientos, logrando anotaciones superiores a los 150 puntos en alguno de ellos (algo extraordinario) mientras que el equipo europeo había perdido ya dos encuentros y no trasmitía buenas sensaciones, a pesar de lo cual consiguió llegar a la final. Sin embargo, contra todo pronóstico, el partido discurrió dentro de la más estricta igualdad, con jugadas colosales por parte de ambos encuentros llegandose a las tres cuartas partes del mismo con un resultado igualadísimo (83-82 al final del tercer cuarto)
¿Qué había ocurrido? Ahí fue clave la actitud mental del equipo español. A pesar de lo que decía la prensa, los apostantes, los expertos, todos los cuales no le daban ninguna posibilidad, los jugadores tenían el convencimiento absoluto de que podían vencer ese encuentro. Eso era para ellos una verdad objetiva. "PODEMOS". Estaban convencidos. Jugaron con esta idea en la cabeza, desplegando su mejor baloncesto sobre la cancha, en la seguridad de que podían sobreponerse al equipo estadounidense. Sin miedos ni complejos, plantearon el juego que ellos saben hacer, jugando su mejor encuentro del campeonato y de los últimos años, potenciando sus virtudes y atacando los puntos débiles de la selección de USA.
¿Fue esto determinante para el resultado del encuentro? A pesar de todo ello, el resultado final fue de 107-100 a favor de los Estados Unidos de América, quienes se embolsaron brillamente el oro olímpico. ¿Cómo ocurrió esto? Analicemos también la actitud de los jugadores norteamericanos: elos tenían también su pleno convencimiento, su verdad absoluta: "Somos los mejores". Nada de lo que hicieron los españoles, nada del buen juego, de la actitud, del huracán que los europeos desplegaron por toda la pista, les hizo dudar a los estadounidenses ni por un solo minuto. Su fortaleza mental fue comparable a la de los expañoles. Siguieron haciendo su juego, si inmutarse ante la presión rival, y finalmente obtuvieron su fruto: la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Sin duda este partido fue uno de los más brillantes exponentes del deporte mundial, donde a la técnica y el virtuosismo deportivo se unió la ambición, las ganas, la autoconfianza, la determinación imparable de todos los contendientes, teniendo como resultado una final épica. Las principales conclusiones que podemos extraer son:
- Ambos equipos tenían su verdad objetiva: "Podemos ganarles" en el caso español, y "Somos mejores" en el caso norteamericano. LAs dos verdades son reales y compatibles. Ambos equipos se aferraron a su verdad objetiva, haciendola lema y bandera de su juego. NOSOTROS EN NUESTRA VIDA DEBEMOS HACER LO MISMO: ELEGIR NUESTRA VERDAD OBJETIVA, FAVORABLE A NUESTROS INTERESES, Y CREER FIRME Y FIELMENTE EN ELLA HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS
- La actitud de cada equipo no hizo cambiar a la del otro. Ninguno se arrugó ante la desmostración de fuerza y poderío de su rival, muy al contrario, cada uno sacó lo mejor de sí mismo. INTENTEMOS EN TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS HACER LO PROPIO CENTRARNOS EN NUESTRAS CAPACIDADES SIN TEMER NUNCA A LO QUE PUEDAN HACER LOS DEMÁS
- Ninguno de los equipos ostró miedo o desilusión ante el potencial del rival. NO NOS DEJEMOS AMEDRENTAR NUNCA POR LO QUE HAGA EL RESTO, CENTREMONOS EN NUESTRAS CAPACIDADES.
- Ambos equipos se centraron en el conocimiento que tenían de sus propias capacidades, sin hacer caso a la opinión de la prensa, de los expertos, o de las apuestas. EN LA VIDA REAL DEBEMOS HACER IGUAL, ANALIZAR DE FORMA REALISTA NUESTRAS CAPACIDADES NOSOTROS MISMOS; Y NO ESCUCHAR A AQUELLOS QUE PUEDAN INTENTAR DESDE FUERA MANIPULAR NUESTRA PERCEPCIÓN Y DEBILITAR NUESTRA AUTOESTIMA.
Entradas
0 opiniones:
Publicar un comentario